Microsoft, Google, Apple y otras organizaciones de la industria han colaborado para el desarrollo del estándar HID (Diseño de Interfaz Humana) para las líneas braille.
La Organización Mundial de la Salud estima que 253 millones de personas tienen alguna forma de discapacidad visual. Con el fin de que todas las personas cuenten con las mismas oportunidades y tengan siempre la mejor experiencia, las empresas invierten en tecnologías innovadoras y en un diseño inclusivo para ayudar a las personas con discapacidades.
Es el caso de Microsoft, quien ha colaborado con diferentes organizaciones de la industria para desarrollar un estándar de Diseño de Interfaz Humana (HID-Human Interface Design) para líneas braille. El nuevo estándar, que permitirá el soporte plug and play para estas pantallas, ha recibido un amplio apoyo de la industria tecnológica (Google y Apple, entre otras), empresas de tecnología de asistencia (TA) y ONG que trabajan para mejorar la vida de las personas ciegas o con baja visión. Además, en la actualidad, los usuarios esperan que la tecnología funcione de forma inmediata en diferentes dispositivos y plataformas.
Este nuevo estándar es un ejemplo de cómo la industria puede colaborar para crear oportunidades para un mayor número de personas y, por ejemplo, ayudar a mejorar la tasa de desempleo de las personas con discapacidades.. "El braille es la clave de la alfabetización, la educación, el empleo y el éxito de las personas invidentes en todo el mundo", ha declarado Mark Riccobono, presidente de la Federación Nacional de Ciegos de EE.UU. "Un estándar HID para permitir la integración de pantallas braille en todos los dispositivos facilitará a los lectores de braille el uso de esta herramienta fundamental en casa, en la escuela, en el trabajo o en cualquier lugar. Desde la Federación Nacional de Ciegos nos enorgullecemos de ser socio en la colaboración entre empresas de tecnología para hacer del braille una prioridad que cambie el paradigma en el siglo XXI".
Así pues, la estandarización HID mejorará la implementación de las pantallas braille, disminuirá los costes y los plazos de comercialización de nuevos dispositivos y, en última instancia, potenciará a las personas ciegas y con baja visión. Esto simplificará el desarrollo, eliminando la necesidad de que los dispositivos braille tengan software y controladores personalizados para cada sistema operativo o lector de pantalla en particular.
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